La disponibilidad de agua dulce se verá aún más restringida ya que habrá 2 mil 300 millones de personas más que hoy (en total, más de 40% de la población global) que vivirán en cuencas hidrográficas con un estrés hídrico severo.
Se pronostica que la demanda mundial de agua aumente en un 55%, debido a la creciente demanda de la industria (+400%), la generación de energía termoeléctrica (+140%) y el uso doméstico (+130%). Ante la competencia de tales demandas, en el escenario de referencia se ve poco margen para el incremento del agua de riego. Los caudales ambientales estarán en disputa, lo que pondrá en riesgo a los ecosistemas. El agotamiento de los mantos acuíferos podría ser la mayor amenaza para el abastecimiento agrícola y urbano en diversas regiones.
Fuente: Perspectivas ambientales de la OCDE hacia 2050: Indicadores ambientales Visualización:
Fuente: Chart and Visualisations Environmental Outlook to 2050 http://www.visualizing.org/full-screen/41996 |
Enfocando: La energía, un recurso cada vez más sediento
Se prevé que las necesidades de agua para la producción de energía crezcan dos veces más rápido que la demanda de energía. El agua es esencial para la producción de energía: para la generación eléctrica; para la extracción, el transporte y el procesamiento de petróleo, gas y carbón; y, cada vez más, para el riego de los cereales empleados para producir biocombustibles. Calculamos que el agua destinada a la producción de energía en el 2010 fue 583’000 millones de metros cúbicos. De ellos, el consumo de agua –la cantidad extraída que no volvió a su fuente– representó 66’000 millones de metros cúbicos. El aumento previsto del consumo de agua en un 85% durante el periodo que va hasta el 2035 refleja una tendencia hacia una generación de electricidad y una expansión de la producción de los biocombustibles más intensivos en consumo de agua.
El agua gana importancia como criterio de evaluación de la viabilidad de los proyectos de energía, ya que el aumento de la población y del crecimiento económico intensifica la competición por los recursos hídricos. En algunas regiones, las restricciones de agua ya están afectando a la fiabilidad de las operaciones existentes e impondrán cada vez más costes adicionales. En ciertos casos, podrían amenazar la viabilidad de los proyectos. La vulnerabilidad del sector energético ante las restricciones de agua se da en numerosos puntos geográficos y afecta, entre otros, al desarrollo del gas de esquisto y a la generación de electricidad en partes de China y Estados Unidos, al funcionamiento de las centrales eléctricas de la India, que son de alto consumo de agua, a la producción de las arenas petrolíferas de Canadá y al mantenimiento de la presión en los yacimientos petrolíferos de Irak. Gestionar las vulnerabilidades del sector energético ante el agua requerirá el despliegue de mejor tecnología y mayor integración de las políticas en materia de energía y agua.
Fuente:World Energy Outlook 2012
http://www.worldenergyoutlook.org/publications/weo-2012/