Un horno para cocer ladrillos y disminuir la emisión de gases de efecto invernadero, se construye en la fábrica de Manuel Riera, artesano de Racar. Ese horno es parte de un proyecto piloto de eficiencia energética en ladrilleras.
En la fábrica de Manuel Riera se construyó el primer horno semi industrial de ladrillos. La obra tiene un avance del 90%. E. Tapia/El Tiempo |
Ese proyecto es impulsado por el Municipio de Cuenca y la Fundación Suiza de Cooperación para el Desarrollo Técnico Swisscontact, que busca disminuir la contaminación ambiental y mejorar las condiciones de trabajo de quienes laboran en el sector ladrillero del cantón.
Una de las características del nuevo horno es que al ser cerrado permite la distribución efectiva del calor para mejorar el tiempo de quema de los ladrillos.
Con los hornos tradicionales o artesanales el proceso de cocción del barro tarda entre 20 y 30 horas, mientras que con este horno tarda entre 10 y 15 horas.
El horno, que tiene cuatro metros de alto por cinco metros de largo, trabaja a 1.100 grados Celsius y a través de un sistema de tuberías y alimentadores de leña ubicados en los costados, permite distribuir el humo que se genera por la combustión.
Sebastián Izquierdo, director de la Comisión de Gestión Ambiental del Municipio, expresó que de acuerdo a un estudio ejecutado por esta entidad, se determinó que el sector ladrillero es el segundo generador de contaminantes primarios en el cantón como el dióxido de carbono y partículas finas para el aire. El primer lugar de contaminación lo ocupa el tránsito vehicular.
Se prevé que el horno entre en funcionamiento a finales de marzo con la llegada de expertos peruanos que efectuarán las pruebas de control de calidad y procesos en la elaboración de diversos tipos de ladrillos.
Funcionamiento
Manuel Riera, artesano que recibió la asesoría técnica de Swisscontact, entidad ejecutora del proyecto, se beneficia de la instalación del horno y cancelará la mitad del costo total, que es de 20.000 dólares.
La coordinadora del proyecto, Sandra Gavilánez, expresó que cuando inició el proceso, hace tres años, se evidenció la falta de conocimientos de los productores de ladrillos con respecto a prácticas medioambientales.
“Hemos asesorado al sector en el uso de mezcladoras, ventiladores y combustibles menos contaminantes para la ejecución de su trabajo”, dijo.
La funcionaria explicó que el proyecto provee de conocimientos y asesoría en los diferentes procesos de producción “pero son los artesanos los que deciden hacer la inversión en maquinaria en base a pruebas que se efectúan”.
Información
Con el proyecto que se ejecuta entre Swisscontact y la Comisión de Gestión Ambiental del Municipio se ha levantado información que no se tenía antes, como cuánta gente se dedica a este oficio, las condiciones socioeconómicas que poseen, los conocimientos y una clasificación entre los productores artesanales y semiindustriales, refirió Sebastián Izquierdo.
La segunda etapa del proyecto que consistió en la instalación y prueba de nuevos equipos con los ladrilleros. Esa etapa concluye en abril. (GOJ)
Cuenca.
Fuente: Diario EL Tiempo, Ecuador
Más información:Proyecto EELA, Ficha de Proyecto, COSUDE