Cusco es una de las 50 ciudades que el BID ha seleccionado, a nivel mundial, para el programa de “Ciudades Emergentes y Sostenibles”, con el propósito de identificar sus problemas y proponer un plan integral para convertirla en una ciudad planificada, ordenada y con servicios integrales para el ciudadano.
Carlos Moscoso Perea, Alcalde de la Municipalidad Provincial de Cusco, José Larios Especialista en Gestión Fiscal del BID en el Perú y Martin Peter, Director de la Cooperación Suiza – SECO, presentaron en acto público el “Plan de Acción Cusco, para una crecimiento urbano sostenible”. El Alcalde del Cusco, Carlos Moscoso Perea, destacó la importancia de este estudio: ”La planificación es muy importante para Cusco, y por eso fue que participamos en este estudio que muestra ahora resultados concretos en un plan”.
A continuación compartimos la nota que salió en diario El Comercio.
El BID, la Cooperación Suiza – SECO y la Municipalidad Provincial de Cusco presentaron plan para un crecimiento sostenible. La ciudad de Cusco es uno de los principales destinos turísticos del país, pues es la antesala para visitar Machu Picchu y otros lugares de interés. El Centro Histórico presenta una mezcla entre los estilos arquitectónicos de las épocas inca, colonial y republicana, cerca de edificaciones de diseño barroco.
No obstante su belleza, la ciudad tiene graves problemas y grandes retos por resolver. Estos han sido identificados en el “Plan de acción Cusco, para un crecimiento urbano sostenible”, documento elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Cooperación Suiza – SECO en el Perú y la Municipalidad Provincial de Cusco. Este trabajo ofrece una guía para la planificación de la Ciudad Imperial.
El plan abarca aspectos de ordenamiento territorial y movilidad urbana y transporte, además de gestión de residuos sólidos y gestión fiscal y financiera. La idea es que a corto, mediano y largo plazo los cusqueños puedan tener mejores servicios de agua y desagüe, transporte público y particular sostenible, y un mejor tratamiento de residuos.
Principales problemas
El documento señala que en Cusco hay 27.874 viviendas informales. En las zonas más peligrosas, es decir en laderas y mesetas, hay 23.620. La ocupación de estas zonas riesgosas es consecuencia del crecimiento urbano acelerado y no planificado, según indica el informe. Estas viviendas son altamente vulnerables ante posibles desastres naturales, como deslizamientos o sismos. Esto se aprecia especialmente en los distritos de Cusco, San Jerónimo y San Sebastián.
El informe sostiene que la movilidad urbana también es un problema evidente en Cusco, una ciudad donde diariamente se realizan 300 mil viajes en vehículos, y donde el parque automotor ha pasado de 30 mil vehículos en el 2006 a más de 120 mil en el 2016. En esta urbe hay además 7 mil taxis, entre formales e informales. En cuanto a residuos sólidos, otro de los aspectos analizados, se establece que en el 2015 (año en que se realizó la última medición completa) se generó un total de 367 toneladas diarias en la provincia de Cusco. La mayor parte de estos residuos se genera en el distrito de Cusco (38% del total), seguido del distrito de Wanchaq (22%) y Santiago (16%). El 60% son recolectados y dispuestos en el botadero de Haquira, otro 30% son arrojados en los ríos y quebradas, y el resto es dispuesto en otros lugares o tratados informalmente.
El documento concluye que la Municipalidad de Cusco es débil institucionalmente. Esto se evidencia en la falta de información territorial, coordinación y aplicación de instrumentos de planificación. Es decir, la inexistencia de un sistema de catastro, adecuado y actualizado, de la ciudad.