En la cima del nevado Hualcán está la fuente de agua de las localidades asentadas en sus faldas pero también el peligro de un posible desborde.
El 31 de mayo de 1970, un terremoto de 7,8 en la escala de Richter removió el nevado Huascarán, desprendió sus rocas, estas cayeron sobre lagunas y se produjo una avalancha que sepultó el pueblo de Yungay. Murieron más de 20.000. Desde los años 50 hasta el 2000, en la Cordillera Blanca se realizaron trabajos de prevención en 35 en estado crítico. Se les redujo la cantidad de agua y se construyeron diques para reducir riesgos. Sin embargo, después se dejó de actuar.
Ante este contexto, la Cooperación Suiza COSUDE impulsa el Proyecto Glaciares 513, en alianza con Care Perú, la Universidad de Zúrich y la Autoridad Nacional del Agua, con la finalidad de contribuir a mejorar el monitoreo técnico, la investigación y el conocimiento sobre el retroceso glaciar, fortaleciendo a la población con herramientas prácticas para su adaptación al cambio climático y la gestión de riesgos y facilitar las condiciones institucionales que garanticen la sostenibilidad de dichas acciones.
Al respecto, en el marco de la ruta hacia la COP20, ponemos a su disposición un reportaje especial realizado por el periodista Jack Lo para El Diario El Comercio, quien visitó este interesante proyecto en Carhuaz (Ancash), y nos cuenta cómo se organiza la comunidad y qué iniciativas se vienen implementando para incrementar sus capacidades para la adaptación y la reducción de su vulnerabilidad.
Los invitamos a leer la nota completa en el siguiente enlace.Más información:
Proyecto Glaciares, ficha de proyecto, Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación COSUDE, Embajada de Suiza