Programas de apoyo y gestión de la COSUDE en el Perú, combaten efectos negativos del fenómeno climático y promueven derechos en regiones.

Revista Caretas.- “COSUDE tiene una larga trayectoria en el país”, explica Martin Jaggi, Director de Cooperación de la Cooperación Suiza COSUDE en los Andes. “Inició actividades en 1964 con un programa basado en el desarrollo rural”, precisa. A partir del 2010 se empezó a trabajar en dos temas primordiales: el cambio climático y la gestión integral del agua.

“En comparación con Suiza, Perú tiene un gran potencial hídrico por su geografía y porque concentra 1 de las 3 cuencas más importantes del mundo. Sin embargo, las principales ciudades están concentradas en la costa desértica del Perú” advierte Jaggi. “Apoyar a cuidar los recursos hídricos es por ello una de nuestras prioridades de cooperación”, agrega.

Consciente de la etapa de reconstrucción que le espera al país en estos meses, el director de COSUDE anuncia un tercer tema prioritario: la gestión de riesgo de desastre. El programa empezará a finales de este año y parte de una decisión por prepararse mejor ante desastres que se acelerarán por el cambio climático.

Esto se traduce en los programas de prevención ante los efectos de fenómenos climáticos, el uso sostenible de los recursos y la creación de adecuados sistemas de agua y saneamiento a nivel rural. De la mano de los gobiernos locales y regionales de nuestro país, la COSUDE vela por la correcta implementación de estos servicios.

NÚMEROS CLIMÁTICOS
El proyecto Climandes es una iniciativa del Programa Global de Cambio Climático y Ambiente de COSUDE, en alianza con la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y los servicios meteorológicos de Suiza y Perú (como MeteoSwiss y SENAMHI). Este es impulsor de las observaciones meteorológicas climatológicas, que sirven como fuente para prepararnos ante los efectos del cambio climático.
En el 2012, la OMM estableció el Centro Regional de Formación Meteorológica (CRFM), ubicado en la Universidad Nacional Agraria la Molina, en Perú. En su fase actual, el proyecto contribuye con el desarrollo de servicios meteorológicos y, para lograrlo, ha forjado alianzas con diferentes actores públicos y privados para mejorar el acceso a información y toma de decisión de los ciudadanos frente a los cambios de clima. De igual manera, ha impulsado el desarrollo de pronósticos conjuntos elaborados por los meteorólogos de SENAMHI con los maestros de la meteorología local.

EXPLORANDO EL GLACIAR
El monitoreo y medición de efectos que representa el retroceso glaciar -para países vulnerables como Perú- es una de las tareas urgentes para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). A raíz de esto, en el 2012 inició el proyecto GLACIARES, iniciativa del Programa Global de Cambio Climático y Ambiente de COSUDE.

“GLACIARES contribuye a la identificación de amenazas y el desarrollo de propuestas para asegurar la vida humana”

GLACIARES ha contribuido a la identificación de amenazas y el desarrollo de propuestas multipropósitos para asegurar la vida humana en torno de los nuevos escenarios. Los puntos vitales que exige son considerar la revisión y priorización de las inversiones públicas y privadas, asegurar capacidades que permitan analizar la dinámica de los glaciares y los efectos sobre los ecosistemas, monitorear la disponibilidad de los recursos hídricos e identificar riesgos de desembalse generados por la aparición de nuevas lagunas.

EN BUSCA DEL DERECHO

El programa Saneamiento Básico Integral (SABA) es un enfoque que articula actores públicos y privados para la gestión de los servicios de agua potable y saneamiento en zonas rurales del país. Los ejecutores de SABA consiguieron que los actores del saneamiento se apropien de su enfoque, incidiendo de forma positiva en los lineamientos de política de agua y saneamiento a nivel rural.
El programa ha validado los aspectos tecnológicos adaptados a la realidad rural, la gestión articulada entre los gobiernos locales, regionales y el gobierno nacional; y ha movilizado un capital social en el saneamiento rural que debe seguir siendo capitalizado para el cierre de brechas de agua y saneamiento.
Después de 20 años de compromiso con el país, se han intervenido más de 1350 sistemas, se han invertido casi 50 millones de francos suizos y se ha apalancado más de 250 millones de dólares de los fondos públicos procedentes de los diferentes niveles de gobierno.