En la segunda semana de octubre, el equipo del Proyecto Conecta Perú se adentró a un viaje a las pintorescas comunidades de San José de Churia y Chalco, en Vilcas Huamán y los Morocuchos, en la región Ayacucho (Perú), con la finalidad de monitorear cómo se ha interiorizado en los pobladores de esas comunidades, el “Modelo de Comercio de Impacto” que se ha venido trabajando en conjunto con el proyecto CONECTA, cuyo fin es la integración, transformación y sostenibilidad financiera de las asociaciones productivas rurales de la zona, para mejorar sus soluciones de agua y saneamiento, a través de mecanismos de mercado que articulen a estas comunidades con el mercado empresarial.
El Modelo de Comercio de Impacto desarrollado con estas comunidades, es resultado de un proceso que inició en junio de 2022, cuando se realizó un viaje de acercamiento a las comunidades, que permitió conocer sus particularidades a nivel social, comunitario, asociatividad empresarial y los servicios en agua, saneamiento e higiene que tenían en su comunidad. En las asambleas comunitarias se socializaron las tres etapas claves del trabajo realizado con las comunidades: el compromiso comunitario, el fortalecimiento comercial-empresarial, y la creación de un fondo de ahorro para las mejoras que se implementarán en sus sistemas de agua y saneamiento.
Asimismo, se compartió la herramienta “la Ruta de la Sostenibilidad”, que es una hoja de ruta construida junto con la comunidad, con experiencias y lecciones valiosas reunidas desde el inicio del proyecto, que servirá de guía a las comunidades cuando deseen emprender futuras colaboraciones con otras empresas de triple impacto. Este es un legado más allá del proyecto.
Finalmente, próximo al cierre del Proyecto Conecta, algunos miembros de las comunidades de San José de Churia y Chalco, serán acreedores de pasantías y participarán en el próximo Encuentro Internacional +B en México (Monterrey – 25, 26 y 27 octubre2023).
El trabajo con estas comunidades es un recordatorio de cómo la colaboración y el compromiso comunitario pueden transformar vidas y comunidades enteras.
Fuente: Sistema B – Perú