Lima está ubicada en el denominado “Cinturón de Fuego del Pacífico”, una región de gran actividad sísmica en la que se producen más del 80% de los sismos a nivel mundial y alberga a más del 30% de la población nacional. Un gran terremoto en o cerca de Lima metropolitana sería una catástrofe insondable para los 11 millones de habitantes. Una de las principales preocupaciones que se derivarían de este escenario, sería el impacto sobre el suministro de agua potable. Un fuerte terremoto podría colapsar o dañar seriamente las bombas y tuberías para el suministro de agua y los sistemas de alcantarillado, lo que interrumpiría el suministro de agua potable, o peor aún, el agua potable en las tuberías que aún funcionan podría estar contaminada por las aguas residuales.

Por lo tanto, es relevante fortalecer la resiliencia de los principales prestadores de servicio de agua y saneamiento para enfrentar un sismo de gran magnitud sobre la base de una estructura que integra y gestiona la GRD de forma operativa con planes y diagnósticos actualizados, con recursos humanos preparados y liderando acciones de preparación y respuesta, con destrezas que han sido adquiridas a través de un fortalecimiento de capacidades, con intercambios de conocimientos y buenas prácticas en gestión del riesgo de desastres.