[WASH LAC] “Nexo Humanitario-Desarrollo para la migración venezolana: hacia una vinculación de las políticas y los servicios de Agua, Saneamiento e Higiene (ASH)”

El evento fue organizado el pasado 12 de mayo en el marco de las reuniones paralelas de alto nivel previas a la Conferencia Internacional de Donantes en Solidaridad con los Refugiados y Migrantes Venezolanos, a realizarse el próximo 17 de junio de 2021 y organizada por Canadá en colaboración con la Plataforma de Coordinación Regional Interinstitucional (R4V).

El contexto

Los beneficios del acceso al agua, el saneamiento y la higiene (ODS 6) no pueden subestimarse. Satisfacer la necesidad física de una fuente de agua potable segura es la ventaja más inmediata de obtener acceso. Pero el agua potable es solo la punta del iceberg, ya que solo se puede lograr por completo cuando también hay acceso a un saneamiento adecuado y buenas prácticas de higiene. El acceso a WASH está interconectado y también es esencial para lograr otros objetivos de desarrollo sostenible (ODS), incluida la eliminación de la pobreza y el hambre, la reducción de las desigualdades y la buena salud y el bienestar. El acceso a los servicios WASH también tiene impactos socioeconómicos profundos y más amplios, en particular para las mujeres y las niñas. Casi todos los demás objetivos dependen de alguna manera del agua, el saneamiento y la higiene.[1].

En América Latina y el Caribe (ALC), la enfermedad diarreica es la tercera causa de mortalidad entre los niños menores de 5 años. A pesar de los importantes avances registrados hacia el ODS 6, 82 millones de personas aún no tienen acceso a los servicios básicos de saneamiento, de los cuales 15 millones siguen practicando la defecación al aire libre y 20 millones carecen de acceso a agua potable. La falta de servicios WASH tiene un impacto desproporcionado en los niños pequeños, las niñas y las mujeres. Los niños, especialmente los que viven en la pobreza, son muy vulnerables a los desastres y soportan una desproporcionada [2].

El número de refugiados y migrantes que salen de Venezuela aumenta a diario, lo que la convierte en la segunda crisis de desplazamiento externo más grande del mundo, con más de 5,6 millones de personas, incluidos niños, que han huido del país desde 2015. Desde entonces, como sector regional de WASH , hemos avanzado para reducir las vulnerabilidades de las familias migrantes y las comunidades de acogida, sin embargo, las poblaciones de refugiados y migrantes continúan enfrentando un acceso limitado a los servicios de agua, saneamiento e higiene (WASH).Según la tercera ronda del JNA del GIFMM (citado en el RMPR 2021) en Colombia, el 33% de los hogares venezolanos no tiene acceso a fuentes mejoradas de agua, el 36% no tiene acceso a agua potable cuando es necesario y el 41% corren el riesgo de no lavarse las manos adecuadamente. Estas necesidades son muy frecuentes tanto en las poblaciones en tránsito como en las que tienen la intención de quedarse, donde el 67% y el 53% de ellas, respectivamente, no tienen acceso a los servicios WASH.

Como resultado de la compleja perspectiva económica y política de la pandemia de COVID, la mayor dependencia de la asistencia humanitaria de emergencia en el área de WASH se refleja en las mayores necesidades descritas en el RMRP 2021 con 4,10 millones de personas necesitadas, 1,10 millones de personas seleccionadas y el requerimiento financiero de 42,4 millones de dólares.

Para integrar el nexo humanitario-desarrollo, el Plan Sectorial WASH se centra en incorporar las necesidades de WASH de la población venezolana en los planes, políticas y presupuestos locales, al tiempo que se apoya a los proveedores de servicios para que brinden al menos niveles básicos de servicios WASH que cumplan con el ODS 6, utilizando así inversiones humanitarias hacia los objetivos de desarrollo sostenible.[3].

Panel de Alto Nivel

El objetivo general del evento de alto nivel WASH fue cerrar la brecha humanitaria y de desarrollo al aprovechar las inversiones para los proveedores de servicios WASH locales y movilizar a los responsables de la formulación de políticas del gobierno anfitrión para integrar las necesidades WASH del pueblo venezolano en sus planes, políticas y presupuestos nacionales; de esta manera se contribuye al ODS 6, asegurando que nadie se quede atrás.

En este sentido se buscó:

  • Crear una mejor comprensión de las necesidades críticas de WASH que afectan a los refugiados y migrantes venezolanos afectados por la crisis de salida
  • Identificar sinergias y oportunidades para la acción oportuna a fin de acelerar los cambios y la implementación de las políticas WASH.
  • Aprovechar las inversiones para empoderar a los proveedores de servicios WASH locales para que brinden servicios WASH predecibles y de calidad.

¿Qué se necesita para garantizar el derecho humano al agua, el saneamiento y la higiene para los refugiados y migrantes venezolanos en LAC?

El segundo bloque del evento, buscó poner en relieve las perspectivas plurianuales de gobiernos y proveedores de servicios sobre lecciones aprendidas y oportunidades; así como la importancia de invertir en los servicios de agua, saneamiento e higiene.

Martin Jaggi, jefe de la COSUDE en la región andina, compartió escenario con Sergio Campos, Jefe de la División de Agua y Saneamiento del Banco Interamericano de Desarrollo; Ralph Hansen, embajador de Canadá en Perú y Bolivia; y David Michaud, gerente de Práctica para ALC, Práctica Global del Agua, Banco Mundial.

Jaggi resaltó el rol activo de la COSUDE como donante humanitario y al desarrollo, así como en ayuda humanitaria. Al respecto compartió el apoyo que Suiza brindó en noviembre 2020 a Guatemala en el marco de los huracanes a Eta y Iota, donde la estrategia a corto plazo (saving lives), fue aliviar el sufrimiento con la implementación de un proyecto de COSUDE y su red de socios locales para la entrega de kits alimentarios, WASH, higiene y bioseguridad.

En el mediano largo plazo, a través de socios locales apoyado por especialistas de COSUDE, se consolidaron estas iniciativas con actividades adicionales para el restablecimiento de los medios de vida de las comunidades afectadas mediante el desarrollo de actividades generadoras de ingresos (transferencias monetarias), combinando actividades multisectoriales (WASH, Seguridad Alimentaria, protección).

«La experiencia de COSUDE en materia de “localización de la ayuda” ha demostrado que movilizar recursos financieros y destinarlos a este enfoque ha permitido desarrollar modelos de respuesta humanitaria con altos estándares de calidad«, resaltó Jaggi.

Por otro lado, con relación a ¿Cómo pueden los donantes bilaterales cambiar y aumentar la financiación hacia los socios locales y los proveedores de servicios?; Jaggi señaló: «primero y antes de hablar sobre como los donantes bilaterales pueden incrementar fondos, se debería asegurar que los compromisos adquiridos durante el “Grand Bargain” se consoliden, esto al menos en las 4 siguientes principales líneas de trabajo: i) transferencias monetarias, ii) financiamientos humanitarios plurianuales, iii) simplificación de reporting, y iv) reforzar el compromiso de localizar la ayuda por parte de los donantes humanitarios y de desarrollo.»

«Es importante apostar por el fortalecimiento de capacidades de los implementadores locales y proveedores de servicios para que estén en medida de poder manejar, gestionar y ejecutar montos financieros de mayor volumen y para proyectos y programas los cuales tengan el enfoque del Nexo», puntualizó.

Con relación a la migración venezolana y cómo se puede -desde diferentes sectores- garantizar el acceso a los servicios básicos de agua, saneamiento e higiene a lo largo de su camino y en el contexto de COVID-19; Jaggi mencionó que i)se deben considerar que todas las acciones WASH de COVID-19 tomen en cuenta también la población migratoria de Venezuela, por ejemplo en Perú se ha trabajado con comedores públicos, y se tiene una iniciativa agua post-terremoto en Lima; ii) que se asegure una respuesta conjunta con tecnología adaptada y liderada por los sectores respectivos de los gobiernos, que cuente con el apoyo de Naciones Unidas, ONGs o el sector privado y coordinado con la población y los demás stakeholders; y iii) que la población venezolana esté registrada y así integrada en los planes de desarrollo de los países.

Finalmente, señaló: «Este enfoque de “coordinación activa” tiene que ser sensible al género, a la diversidad, a los conflictos y el principio de «no hacer daño», sin dejar nadie atrás. Un principio importante a mantener en este trabajo colaborativo será el de compartir los riesgos entre todos los actores, este último cobra toda su importancia en la región latinoamericana debido al contexto pandémico y de situaciones con tensiones sociopolíticas».

Fuente: WASH LAC (Nota de concepto)


[3]Plataforma de coordinación interinstitucional de Refugiados y Migrantes para Venezuela (2021). Plan regional de respuesta para refugiados y migrantes de enero a diciembre de 2021. https://rmrp.r4v.info/


[2] UNICEF, LAC hp: Los niños viven en un entorno limpio y seguro., 2021


[1] Saneamiento y agua para todos: ¿Por qué es importante el ODS 6?, 2021

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