Moyobamba, oct. 04 (ANDINA). El gobierno regional de San Martín informó hoy que impulsa la consolidación de las cadenas productivas del sacha inchi, cacao nativo y plantas medicinales, para contribuir a la mejora de la calidad de vida de la población rural mediante el uso sostenible de la biodiversidad.
El trabajo se realiza en alianza con el proyecto Perubiodiverso PBD, que es financiado por la Secretaría de Estado de Economía (Seco) de la cooperación Suiza y la GIZ de Alemania, con la contrapartida de los ministerios de Comercio Exterior y Turismo, y del Ambiente.
Yzia Encomenderos, gerente regional de Desarrollo Económico de San Martín, explicó que a través del PBD se busca fortalecer y promover cadenas de valor de bienes y servicios relacionados con la biodiversidad y el desarrollo rural sostenible.
“Esto permitirá que la población de escasos recursos y que habita en áreas rurales seleccionadas mejore su participación económica con orientación hacia el mercado”, declaró a la Agencia Andina.
La planificación de desarrollo del departamento de San Martín se inició con una base productiva inicial incipiente vinculada al arroz y al maíz, y fue cambiando gradualmente por cultivos permanentes y alternativos a la hoja coca como el cacao, el café, la palma aceitera, el palmito y el sacha inchi.
“Ahora el objetivo es desarrollar toda la gama de potencialidades que tiene San Martín. A través de Perubiodiverso, que se inició en 2007, empezamos con el sacha inchi, las plantas medicinales y el cacao nativo. Nuestra meta es incorporar posteriormente más productos como los peces nativos y el algodón pardo nativo”, informó.
Respecto al sacha inchi, originario de la Amazonía peruana y cuya semilla es una importante fuente de Omega 3, 6 y 9, dijo que se formó una mesa técnica integrada por entidades públicas y privadas, 1,400 agricultores y seis empresas exportadoras.
“La mesa técnica es un instrumento en el que participan todos los actores de la cadena, sin perder la lógica de la competencia. Se ha comprendido la importancia de tener un espacio de concertación para tratar los problemas de la cadena de valor del sacha inchi”, dijo.
Por su parte, Ivo Encomenderos, asesor técnico de la GIZ en San Martín, refirió que en los últimos años se observa un incremento de las empresas industriales o de transformación del sacha inchi en el departamento selvático.
“Con la mesa técnica, por ejemplo, se genera un mayor acercamiento entre empresarios y productores, motivo por el cual se han promovido acuerdos comerciales”, señaló.
En la actualidad, cada empresa firma un acuerdo con los comités de productores, lo cual garantiza mejores precios, protección del productor ante una caída inesperada de los mismos, así como la transferencia tecnológica del empresariado al productor.
“Ello también se refleja en la producctividad. En 2006 habían 115 hectáreas del cultivo y a la fecha suman 990. Además, el productor empieza a sembrar y a cultivar de acuerdo con las características que demanda el cliente”, resaltó.
La mesa técnica también ha contribuido a mejorar la forma de intervención de las empresas en el departamento, de tal manera que no existan conflictos por territorios.
Sobre el cacao mencionó que el trabajo está centrado en dos estrategias. La primera a mejorar la capacidad de gestión de las cooperativas y asociaciones de productores, con los que trabaja el Perubiodiverso.
“Básicamente, la labor está vinculada a temas de certificación de la calidad, que implica un proceso de preparación, lo cual les va a permitir (a los productores) llegar a mejores mercados y obtener mejores precios”, detalló.
La segunda estrategia está orientada a identificar qué tipos de cacao nativo pueden tener mayor potencial, para convertirse en un producto que sea requerido por empresas chocolateras extranjeras.
“Es un trabajo complejo que pasa por identificar las parcelas de árboles élite y efectuar estudios de productividad de los tipos de cacao nativo que son más finos y aromáticos. Estamos en un proceso de documentar estos nuevos fenotipos de cacao, con miras a ingresar al mercado de cacaos especiales”, señaló.
Mencionó que no hay una cifra exacta de agricultores dedicados al cultivo de cacao, pero se estima que de los 5,400 cacaoteros organizados que hay, el 20 por ciento está vinculado al producto nativo.
Respecto al impulso de la cadena productiva de plantas y árboles medicinales, dijo que en 2010 se inició en alianza con dos ONG regionales y se instalaron los primeros viveros en la provincia de El Dorado.
“En este caso, la Federación Nativa de El Dorado se encarga de la administración de los viveros y cuentan con el respaldo del Perubiodiverso y las dos ONG”, indicó.
La primera fase de este proyecto consiste en hacer un inventario para identificar los árboles de copaiba, del que también se obtiene aceite que es aplicado como remedio en las heridas.
(FIN) LBH/JOT
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