El pasado lunes 15 de abril, se llevó a cabo un encuentro de extensionistas rurales en la sede de la OMICSE en Cotopaxi, Ecuador, para presentar la experiencia piloto en la construcción de una estrategia de vinculación participativa para organizaciones que ofrecen servicios de extensión rural. Esta actividad es parte de las acciones del proyecto Andes Resilientes en Ecuador. 

La actividad del 15 de abril estuvo liderada por un grupo de mujeres, quienes organizaron un espacio de conversación circular, donde cada una compartió su experiencia. De las 15 mujeres participantes, 7 relataron diversas fases de la experiencia de trabajo con Andes Resilientes, que incluyó la toma de decisiones sobre presupuestos participativos, la elaboración de biol para mejorar la adaptación del suelo a los efectos del cambio climático y el intercambio con el Comité de Mujeres de la Unión de Organizaciones Campesinas e Indígenas de Cotacachi (UNORCAC) que les permitió aprender de una organización más avanzada en su proceso organizativo. 

Uno de los mensajes que más se repitieron en el evento es que las participantes sintieron que, a pesar de no recibir directamente los fondos monetarios, tuvieron la autonomía de decidir sobre su uso, lo que les generó un sentido de inclusión y trabajo colectivo. El evento concluyó con una comida comunitaria, donde las mujeres ofrecieron alimentos cultivados orgánicamente como agradecimiento. Este gesto resalta el equilibrio del «dar y recibir» en el paradigma andino, promovido en esta experiencia de vinculación participativa. 

La experiencia promovida en un piloto recibió el nombre de estrategia de vinculación participativa, que surgió de la necesidad de replantear el trabajo en el sector de extensión rural, centrándose en las necesidades de las organizaciones de base y empoderando a los beneficiarios como agentes del cambio. 

El enfoque de esta experiencia no fue imponer una agenda, sino preguntar a las mujeres parte de la OMICSE sobre sus necesidades en un marco de cambio climático y trabajar desde allí. Esto incluyó explorar nuevas posibilidades, como la producción de diferentes tipos de biol de forma autónoma, despertando un espíritu emprendedor y de organización entre las participantes. El biol es clave en este contexto, ya que mejora la calidad del suelo afectado por ejemplo por sequías prolongadas. Su uso no solo beneficia a la comunidad, sino que también podría extenderse a otras personas fuera de la organización, convirtiéndolo en una posibilidad de negocio.

Entre los resultados más resaltantes se encuentran los 15000 litros de biol elaborados que permitirá a 5000 familias abonar su huerta durante 6 meses. Se ha capacitado a más de 90 personas en su elaboración, entre ellas 15 presidentas de organizaciones y comunidades que pueden hacer y replicar bioles. 

La experiencia del pilotaje demostró que es posible planificar proyectos de extensión rural considerando las necesidades de la comunidad como punto de partida. Los extensionistas participantes recibieron un diagrama que ilustra cómo los diagnósticos comunitarios pueden integrarse en la planificación de proyectos, fomentando así la resiliencia y la adaptación al cambio climático desde las bases mismas de la sociedad. Este enfoque participativo y empoderador es fundamental para enfrentar los desafíos ambientales en los Andes. Puede encontrar más detalles sobre la estrategia y puntos claves para su replicabilidad en este enlace.

Fuente: Proyecto Regional Andes Resilientes

El proyecto Andes Resilientes al Cambio Climático es una iniciativa regional gestionada desde el Hub Regional por la Sección Clima, Reducción del Riesgo de Desastres y Medio Ambiente de la Cooperación Internacional – COSUDE. El proyecto es implementado por el consorcio HELVETAS Swiss Intercooperation–Fundación Avina en asocio con el International Institute Sustainable Development -IISD y alianza con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA). Andes Resilientes se implementa en Perú, Ecuador y Bolivia, buscando contribuir en el fortalecimiento y articulación de las capacidades de actores públicos y privados para proveer servicios que fortalezcan la resiliencia y capacidad de adaptación al cambio climático de las poblaciones rurales andinas en pobreza y vulnerabilidad, apuntando a la mejora de su seguridad hídrica y alimentaria. Actualmente se encuentra en proceso de cierre de la fase 1 (2020-2024) y preparación de la fase 2 (2024-2027).

Enlaces de Interés:
Web Andes Resilientes al Cambio Climático
FS Andes Resilientes al Cambio Climático