¿Qué tienen en común unas ingenieras que han dedicado su vida a la crianza del agua en Ayacucho, un agricultor que ha logrado coleccionar más de 300 variedades de papa en Huánuco y una comunidad nativa en Ucayali que han dejado de talar su bosque y ahora lo protegen como su mayor tesoro?
Todas son historias enfocadas en acciones climáticas impulsadas en el Perú y también forman parte del Proyecto Apacheta, una iniciativa de Fábrica de Ideas, apoyada por la Cooperación Suiza-COSUDE, que tiene como principal objetivo acercar la temática ambiental a la ciudadanía de una manera diferente, más cercana y humana. Para lograrlo, el proyecto ha publicado una antología, El libro de los Elementos, y ha lanzado una web donde se comparten diferentes contenidos producidos por Fábrica de Ideas en los últimos doce años para instituciones de referencia como el Ministerio del Ambiente, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, la Autoridad Nacional del Agua y la misma COSUDE. Cada texto, fotografía o infografía seleccionados establecen una conexión entre la ciencia y la divulgación combinando de 10 herramientas de periodismo que facilitan el acercamiento y promueven el diálogo, el análisis y la reflexión; y, además, proponen soluciones a la crisis climática basadas en conocimientos tradicionales.
El proyecto toma el nombre de ‘Apacheta’ de aquellos montículos de piedras de diferentes tamaños, colocadas unas sobre otras, a manera de ofrenda simbólica en los Andes, pues creemos que estos se asemejan a este proyecto de comunicación ambiental. En este sentido, cada historia seleccionada es como una pequeña piedra cargada de sentido en sí misma, pero que adquiere su verdadera dimensión cuando se junta con otras y forma algo nuevo, mucho más poderoso.
La antología –y la página web– está dividida en cinco volúmenes. Cuatro de ellos están dedicados al agua, a la tierra, al fuego y al aire y entre todos ellos proponen 44 historias organizadas según los cuatro elementos que, según los antiguos, constituían la esencia del mundo. El quinto volumen tiene un carácter más reflexivo y está escrito desde el punto de vista de la comunicación. Explica las diferentes herramientas periodísticas que se han elegido para acercar el discurso científico al lenguaje de la divulgación y refuerza la importante dimensión social que tiene la ciencia. El uso de fuentes informativas, la utilización de las crónicas y los reportajes para ponerle rostro a la información, la construcción de estructuras de texto que facilitan la lectura y por lo tanto el acceso a la información, los retratos, las infografías para desvelar aquellos aspectos que permanecen invisibles a la vista… son algunos de los caminos elegidos para poner en valor la información ambiental y acercarla al público en general. Por eso, este proyecto está pensado para compartir el conocimiento acumulado en la última década a través de historias, porque hasta que éstas no sean leídas o escuchadas –pronto habrá una versión podcast– no estarán completas.
Les invitamos a viajar a través de estas historias, conocer y aprender de los saberes de quienes son los protagonistas y eco-héroes.
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Fuente: Xabier Díaz de Cerio, Fábrica de Ideas